Vivimos en un mundo, donde la realidad nos obliga a llevar colgado el reloj donde más nos duele, para recordarnos siempre que estamos sujetos al tiempo.
Donde la superficialidad nos persigue, dándonos cuenta cuando giramos la cabeza, y asumiendo que no podemos huir de esta vida, este día a día atado al estrés, a la incertidumbre de nuestro futuro, a la inseguridad del paso correcto.
Nos atormenta no rallar la perfección para los ojos de los demás, perder nuestra falsa apariencia de familia “bien avenida”. Así es nuestro día a día.
Pero algo surge de repente y nos hace mirar a nuestro alrededor.
Nos damos cuenta de que el mundo en el que vivimos, no es el mundo de todos, ni siquiera se asemeja y ahí empieza algo desconcertante…
Nos encontramos con enfermedades desconocidas, no sabemos dónde acudir ni quien nos puede ayudar. Dudas que nos surgen ante situaciones casi irreales y no tenemos a quien contarle.
Preguntas como, “con lo acompañado y feliz que soy,…por que me siento solo y vacio”...
No puedo levantarme cada día pensando que puedo hacer algo para ayudar y no lo estoy haciendo.
Yo ya he empezado a recoger tapones para alguien que lo necesita:
Visita este Blog y si te apetece iniciar tu colaboración, ya sabes.
Convirtámonos en cómplices de soluciones, partícipes de sentimientos, colaboradores de ayuda.
GRACIAS.